martes, 27 de mayo de 2014

Corriendo por las calles de Naples

Me encanta correr. Es algo que disfruto. En general amo los deportes. Soy de los que se enganchan mirando un partido de Lacrosse Universitario por Espn 3... Un enfermito.

He corrido algunas Maratones de 5, 8, 10 llegando a 21K el año pasado. Uno de mis sueños es correr la Marathon de Disney que se corre todos los años entre todos los parques en Orlando, o la de Nueva York. Quién te dice que algún día...

Cuando me voy de vacaciones, me llevo las zapatillas y la ropa para poder ir al gimnasio del hotel y poder ir en algún momento a quemar grasas y mantenerme en estado.

La primera mañana, ya instalados en Naples y mientras la Familia dormía, me fui al gimnasio del hotel. Muy bien equipado con 2 cintas, TV, aparatos, toallas, bidón de agua... full full.

Pero... antes de subirme a la cinta, me acordé de las callecitas que habíamos visto el día anterior. Sin rumbo, sin tiempo establecido, la cosa era salir y ver con que me encontraba. 

Y arranqué, celular en mano, desde la puerta del Hotel Inn at Pelican Bay en el 800 Vanderbilt Beach Road, para el lado de la playa.

 

Con mi viejo y querido teléfono celular (el Startac como le digo cariñosamente) fui tomando registro de los lugares por donde fui corriendo.

Primer desvío, a los pocos metros del hotel.




 Siguiendo por Vanderbilt Beach Road.


 
En esta esquina ya estaba llegando a la playa.


Decidí doblar a la derecha y seguir por Gulf Shore Dr. para el norte.


 Nótese la zapatilla... :)



Cada tanto te encontrabas con estas entradas peatonales a la playa.


Algunas chozitas sobre Gulf Shore Dr. con salida directa a la playa.



De la mano de enfrente, y cada no se cuántos metros, cada una de las casas con salida a la bahía. Tremendo.


Siguiendo para el norte por Gulf Shore Dr. estos hermosos complejos de departamentos.


Llegué hasta este lugar: Delnor Wiggins Pass


Me metí en unos de los túneles para vivir la misma experiencia que Victor Sueiro, y salir directo al más allá...



Ya estaba en la playa. La vuelta al punto de salida sería por la orillita.


Aproveché para sacarme ésta foto que resume un poco esta experiencia fabulosa.


Y seguí por la playa...

 

Llegué hasta la salida de la playa y me encontré con ésto. Un perchero con chalecos salvavidas para chicos. Obviamente nadie los cuidaba y eran de uso libre. Lo único que solicitaban era que por favor lo devuelvan en el mismo lugar. Y noté una leyenda fantástica que decía: "Chalecos Salvavidas no son niñeras, el mejor método para evitar ahogamientos es la supervisión". Grosos.


Salí de nuevo a la Vanderbilt Beach Road y volví por la misma calle rumbo al hotel.



Había recorrido 5 millas, el equivalente a 8km. No fue constante, fui parando para sacar las fotos y disfrutar cada paso que daba. 

Acá el recorrido. 



Y así transcurrió esta mañana gris. Una hermosa experiencia. Me sentí feliz, daba las GRACIAS. Por momentos me emocioné y me sentí un privilegiado por estar donde estaba, haciendo lo que me hace feliz.

Fue una espectacular forma de comenzar estas vacaciones.









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